Hoy tengo la nostalgia de no saber que es de vos, de debes en cuando ponerme a llorar sola porque te soñé y son más fuertes las imágenes de los momentos lindos que pasamos. En vano más de una vez me quise autoconvencer de qué pasamos cosas muy feas, y no quiero volver. Tengo que admitir que la facultad también me tiene demasiada ocupada como para pensarte, pero aunque sea una vez en la semana te haces presente de la nada. En realidad no es tan superfluo todo. Tengo que admitir también que quiero vender la guitarra, no tolero más la idea de que este ahí sin hacer nada, reclamando tu presencia y su necesidad de que la vuelvas a tocar con tanto amor, y mas de una vez mirándome a los ojos. Otra cosa que debo admitir es los cambios que se dieron y que me da mas que amargura pensar que todo eso podría haberlo disfrutado con vos. Pero una vez un genio de la vida me dijo "uno los agarra descocidos, y a veces los arregla o los empeora. Yo creo que hiciste lo primero con él".
Y puede ser, no quiero sonar vanidosa, pero puede ser.
En cambio vos a mi me desorientaste, en todo sentido. Las primeras noches que no estuvimos juntos era un espanto. Mas de una vez me encontré llorando en mi habitación pensando cómo me hubiera gustado disfrutarla con vos. Al fin un lugar donde nadie nos iba a molestar.
Las cosas se dieron por algo así y hoy estamos donde estamos por lo mismo. Vos triunfando en tu trabajo, con tu auto, tus cosas. Yo estudiando, haciendo cursos, en mis cosas.
Me gustaría verte por última vez, alguna vez, no voy a mentirte. Tengo la necesidad (espero que sea momentánea) de tocar tus manos y tu cuello. De volverte a besar una sola vez. Por más que busque, hay cosas que nadie puede remplazar, como tu interés por lo que hago, por mi música, por mi arte, por mi cuerpo, por esos momentos que haciendo el amor me hacías sentir hermosa. Con nadie puedo compararte, porque sos diferente a todos. Pudiste tener mil cosas en contra, pero hoy extraño las millones buenas. Y si esto te parece una bajeza de mi parte, lo voy a entender. Pero hoy te extraño, y mucho. Mañana no sé, y por eso te pido perdón.
Hago un comentario después de dos meses de esta nota.
ResponderEliminarSí, pasamos cosas hermosas, muy lindas, llenas de amor. Pero quiero que se entienda que el mareo de aquel entonces no justifica ni amerita ninguna "vuelta". Me quedo con la lección de haber estado juntos. Me llevo muchas cosas, me llevo mis primeras veces en todo y lo que quiero (y no) de estar con alguien. Quiero que te quedes, si alguna vez volves a entrar a acá (porque se que lo haces) con la última oración que te escribí: "Pero hoy te extraño, y mucho. Mañana no sé, y por eso te pido perdón" Fue una perfecta ilusión del amor lo que tenía con vos. La inconstancia de tu forma de demostrarme que tanto me querías me hizo entender que nadie más me tiene que amar más que yo, y quien tenga a mi lado va a ser un complemento de ello. Fui feliz, sí. Me sentí una pelotuda por dar amor a alguien que no se esforzó en nada para conmigo, sí. Estuve mal, también. Pero vamos, ¿quién se lleva bien con un ex sin hijos de por medio?