Me siento otra. No pienso en nada más que en tener éxito, en progresar y esas cosas. Me acuerdo que de saltamontes leía Maitena y sus historietas con leyendas de "a los diez, buscas al príncipe, a los veinte ser exitosa, a los treinta ¿los hijos?" o algo así. Pero en serio, 20 años y necesito seguir adelante. 2016 de años de cambios, profundos. Conmigo misma, con mis alrededores. Empecé a entender que no necesito a nadie más que a mi misma, a una flaca que esté bien, que esté tranquila, que pueda conciliar el sueño, pero que si no es así sea por lo atareada que estará al otro día. Estar hasta el cuello de cosas de la facultad y de proyectos es lo mejor que me está pasando. Necesito capital, $i.
II.
Ocho meses soltera y apareció. Con esos ojos, la forma en que se arregla el pelo, de prender un cigarrillo, de tratarme como una mujer aunque me sienta todavía una pendeja. Encontré a alguien más que un apasionado de la vida, de las noches y la dulzura. Es el compañero que quizás siempre proyecte tener. Nadie más que él me banco en toda esta etapa nueva de no saber para donde ir, con quién ir, que hacer. Me salvó de tantas noches de amargura y soledad, y lamento no haberte conocido antes o de haberme dado cuenta tarde de la persona que tenía al lado, qué a pesar de conocernos hace tan poco tiempo me soportaste más que amigos de antaño. Estabas enamorado de mi, y yo también. Se dio todo tan lindo que es increíble estar donde estoy, con él.
Te pienso, te quiero conmigo ahora y todo el tiempo. Sos más que un
Te pienso, te quiero conmigo ahora y todo el tiempo. Sos más que un